Quisiera tomar un respiro... Un respiro de los problemas, de las cargas, de las tristezas de los miedos, de las críticas, de los intentos fallidos... Pero sobre todo, un respiro de la soledad. No de la solead que implica una pareja (por favor dejemos de ser tan básicos, al menos una vez), hay otra soledad, una del alma... por eso a veces los respiros son buenos... Dejar atrás todo lo que te limita, lo que te corta las alas, lo que te impide soñar... a veces somos prisioneros de nosotros mismos, no nos damos cuenta que nos vamos encerrando en una monotonía que nos acaba. A veces pienso que hay dos tipos de personas; las que se dejan encerrar y aquellas que auto-encierran (por llamarlo de alguna forma) y creo que esas son las más peligrosas, porque tontamente se dejan llevar por lo que el miedo decide, por lo que el miedo la hace pensar, abandonando todos sus sueños y encapsulando todas sus capacidades hasta llegar a veces a reducirse de una manera que nadie las nota... Que di
Cierto día llovía, de cada gota que se escuchaba en el tejado de la casa era como si brotara un triste suspiro, una lágrima, un gemido...de pronto me dí cuenta que cantaban...si cantaban, era una música suave, tenue como si el cielo completo se hubiese puesto de acuerdo para entonar al unísono una hermosa canción, la cual podía hacer que hasta el más cansado cuerpo sintiera ganas de bailar, de mojarse con su melodía, de despertar el alma a esas encantadoras notas...ese día supe que ya no estaría má sola, y lo que antes me pareció un gemido, ahora era una hermosa melodía...melodía que cautivaba el alma, mi alma... Ahora el día, la lluvia y yo somos uno, somos armonía...desde pequeña le temí a la lluvia, hoy sé que su compañía me hace cantar y olvidar los momentos tristes por los que he pasado a lo largo de mi vida...momentos llenos incluso de rabia, de dolor, y hasta de amargura...Gracias Dios por la lluvia, que limpia mi alma con cada gota, refresca mi ser y humedece la resequedad